Lo único malo que puedo contar de mi boda, "la Luna de Miel". Nosotros llegamos a México el mismo domingo, gracias al cambio de hora (7 horas menos que en España). Poco pudimos disfrutar del hotel y de la Riviera Maya, porque el miércoles de esa misma semana, ya nos avisaban que un gran Huracán de escala 5 se acercaba: "Wilma". Sólo pudimos disfrutar de una excrusión a Cobá, el día de antes. Allí vimos el primer campo de Juego Pelota, Robert encantado pues decia que eran los inicios del actual pelota mano y frontón.Al día siguiente no habiamos cogido ninguna excursión, pues pensamos dedicarlo a disfrutar del maravilloso hotel en el que nos hallábamos (menos mal, no volvimos a ver el hotel en aquellas perfectas condiciones). Pero por la tarde ya eran más que evidentes los rumores del acercamiento de un Huracán. A la mañana siguiente se confirmaba la noticia. Los efectos climáticos del mismo, comenzaban a notarse, una brisa muy caliente, pasaba a convertirse en fuertes vientos acompañados de lluvia. Al principio era una típica lluvia tropical, luego llegó el Huracán en todo su apogeo.Nos llevaron a un refugio el jueves, día que el Huracán llegó plenamente, y no salimos de allí hasta el lunes siguiente. Fue horrible, allí encerrados 16 personas en una habitación, sin teléfono, radio, televisión, sin ver el exterior... horrible y desesperante, sobre todo porque no sabiamos cuando saldriamos de allí. Al Wilma lo apodaron como el Huracán burlón, porque cuando se dirigia hacia un lugar, de golpe y porrazo, daba media vuelta y tiraba hacia otro destino.El lunes a la mañana salimos, pero ya no pudimos disfrutar gran cosa ya que todo estaba destrozado. Eso sí la atención del Hotel increíble, estuvieron encantadores y super atentos. La comida no faltó en ningún momento, más escueta y sencilla durante los 2 días más intensos del huracán (a base de bocadillos de maionesa, jamón dulce y queso, y algo de fruta), y algo más confortante el resto.Tras los días de refugio, quisimos aprovechar algo más la estancia en México, y planificamos una serie de excursiones por nuestra cuenta. Pero como todo estaba destrozado, no pudimos hacer ni ver gran cosa. Chichen-Itza, Tulum, Uxmal y Valladolid, fueron visitas rápidas realizadas en sólo dos medio-días. Nos quedamos con las ganas de verlo como Dios manda. También pudimos hacer snorkel, pero lo mismo, el fondo del mar estaba revuelto y a penas había peces, los corales estaban en la orilla del mar, arrastrados por la fuerza del viento y el agua.Justo la noche antes de nuestro regreso oficial, nos avisaban que teniamos que marchar todos aquellos que tenian el regreso de esos 3 días seguidos. Imaginaros como estaba el aeropuerto, 3 vuelos unidos en 1. Eso sí, el aeropuerto de Mérida era sólo para nosotros. Allí, el cansancio y las ganas de volver a casa, se hacian evidentes en los rostros de todos.A nuestro regreso todo el mundo estaba muy preocupados. Familiares y amigos habian llamado a nuestros padres por si tenian noticias nuestras (ellos estuvieron los 4 días sin contactar con nosotros, y sin saber como estabamos). La verdad es que los pobres sufrieron de lo lindo, por eso les mando un beso gordo desde aquí, se lo merecen.Pero pese a todo lo que os explicado, he de daros una mala noticia: ¡este agosto volvemos!, esperamos tener mejor suerte y poder disfrutar al 100% de lo maravilloso que es la Riviera Maya.¡Ah!que no se me olvide, un saludo y un abrazo a los amigos que allí hicimos: Jose Luis, Mª Jose, Javi, Miriam, Gabriel, Mirena, Antonio y Loli. Weis, nos vemos en la zona VIP!!!!
Q recuerdos d aquel viaje!!! Lo pasamos bien, a pesar del huracancillo!!
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